El verano, no solo es sol, playa y bronceado, sino que también es sinónimo de sudor y piel irritada. Y más aún, si se trata de pieles sensibles y atópicas, el efecto puede elevarse, provocando así, eccemas, picores e incluso acné.

Nos encanta el verano, el sol, la playa, el bronceado y vestir prendas cómodas y ligeras, si tu problema son las rozaduras en el muslo y no te permite ponerte los vestidos, faldas o shorts, tan deseados, tenemos la solución que necesitas.

Aunque las rozaduras sean un fenómeno totalmente normal y recurrente, no quiere decir que tengamos que pasar todo el verano con estas molestias o vistiendo pantalones largos.

En estos casos el mejor aliado es el aceite de Argán, ya que aporta suavidad a nuestra piel y previene la aparición de las famosas rozaduras.

Si el daño ya está hecho, el aceite de Comino Negro calma las rozaduras y mantiene la elasticidad de la piel gracias a su efecto nutritivo e hidratante.

Para un mejor resultado, recomendamos usar dichos aceites por la mañana y por la noche tras la limpieza de la piel. Simplemente, debemos aplicar unas gotas en la mano, calentarlo levemente y masajear la zona.

¡Mímate cuidándote y de manera natural!